Perspectiva

HOMICIDIO PASIONAL (2019).

Sonríe… Quizá todo saldrá mal.

Tal vez te rompan el corazón, reprobarás el examen y repitas el curso. Volverás a fumar y a beber como antaño, sabiendo que lo habías dejado. Desempolvarás la vieja máquina de escribir y comprarás tinta nueva, recorrerás los bazares en busca de algo más retro para tu outfit.

Pasarás algunos domingos llorando en tu habitación mientras las estúpidas comedias románticas en Netflix te recuerdan, que la vida no es rosa y llena de canciones cual musical. Te sumergirás en la rutina de discutir con tu madre, maldecirás usar sus frases y convertirte irremediablemente en ella. Joder si ya hasta fumas como ella y el último cigarrillo se ha consumido antes de siquiera tener tiempo de disfrutarle.

El bourbon escasea en tu minibar, el coche sigue en el taller y tu trabajo, aquel que soñabas tanto como el perfecto. Parece más imperfecto que tú relación más tóxica. Maldición si tan solo aquellas terapias hubieran servido de algo, pero te ayudaron con la ansiedad y el insomnio. Aunque solo necesitabas que te ayudará con las decisiones.

Eres mala, tal vez y te convirtieron en lo que eres. Quizá, todo puede ser. Aunque lo aceptaste y aprendiste a vivir con ello, a protegerte en el ballet y el teatro.

A ser perfección en el arte de mentir, cualquiera lo creería. Hasta el más inteligente se doblegaría ante tus palabras, sin cuestionar su autonomía. Él te súplica por su vida, al parecer ya no queda ningún solo retazo de valentía.

No, ya no es tan valiente, ni tan hombre como cuando golpeaba a su mujer. Ahora parece más un niño asustado, la situación se le salió de las manos y nunca tuvo el control. Observas su rostro pálido, está hiperventilando, el aire la falta, el miedo lo paraliza. Ya ha perdido la gracia, disparas a su cabeza y un agujero se abre en la puerta de la habitación. La sangre ha manchado tus zapatillas, no importa. Nadie le encontrará en mucho tiempo, hasta donde todos saben pudo escapar con su amante.

Te diriges a la entrada, son las 12.48 AM y la avenida está en silencio, abajo el murmullo de los coches es casi inaudible. Mientras caminas imaginas el titular de los periódicos si llegarán a tener idea de lo ocurrido. Aunque no será así, para todos será otro relato más de crimen y castigo en la columna de una escritora poco conocida. Pero buena sin lugar a duda, su primera novela había sido un éxito en ventas y eso era solo el inicio.

De corazones rotos, insomnio y barbitúricos.

*Zoé Z. Márquez Martínez. Estudiante de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación, escritor nato y amante de las letras.

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