Arte y Cultura

DATOS CURIOSOS Y MÁS…

Como cada año, la navidad llega y con ella algunos elementos muy significativos para esta época, durante estos días, en las calles y en los hogares se instala un ambiente de paz y amor, año tras año, desde que somos pequeños, asistimos a posadas, ponemos nuestro árbol de navidad y muchas cosas más, ¿pero realmente sabemos por qué lo celebramos y cuál es su origen?…

ORIGEN CRISTIANO DE LA NAVIDAD.

Navidad. Término de origen latino que significa nacimiento, y da nombre a la fiesta que se realiza con motivo de la llegada de Jesucristo a nuestro mundo. Antiguamente los pueblos festejaban el 25 de diciembre el nacimiento del sol, los evangelizadores aprovecharon esa misma idea, cambiando un sentido como el día en que nació la luz, Cristo que venía a iluminar la tierra, la adoración de los Reyes Magos es también una costumbre antiquísima, san Beda es el autor del primer testimonio escrito que habla de los nombres de los reyes magos como se les conoce hasta la actualidad, Melchor, Gaspar y Baltazar.

LAS POSADAS.

El NACIMIENTO.

PIÑATA.

En el libro ‘Il millione’ también conocido como ‘Los viajes de Marco Polo’, narra que las piñatas son originarias de China, en donde se utilizaban para las celebraciones de año nuevo. Posteriormente, Marco Polo llevó esta tradición a Italia en donde se adaptó a las festividades de la cuaresma. De allí pasaron a España, y después de la Conquista, este objeto se difundió se hizo presente en México. Sin embargo, también existe evidencia de que los aztecas realizaban una festividad similar para celebrar al dios Huitzilopochtl. Ya en nuestro país, la piñata comenzó a utilizarse como herramienta de evangelización en el Nuevo Mundo.

EL ÁRBOL DE NAVIDAD EN MÉXICO

Durante el Segundo Imperio Mexicano, los emperadores, Maximiliano y Carlota, se instalaron en el Castillo de Chapultepec y para la primera Navidad en tierras mexicanas, es decir, la del año 1864, mandaron instalar un fastuoso árbol de Navidad que sería el asombro de la corte y de la aristocracia en general, quienes seguían la moda y costumbres de los emperadores.

A la caída de Maximiliano I, en 1867, las costumbres imperiales se desterraron. Sin embargo, algunas permanecieron o florecieron más tarde, tal como sucedió con el árbol de Navidad, que volvería aparecer en 1878 cuando el general Miguel Negrete colocó uno en su casa y cautivó a las personas y a la prensa. Se dice que el general retomó esta tradición influenciado por sus viajes constantes a Estados Unidos.

SANTA CLAUS.

LA FLOR DE NOCHEBUENA.

Cuetlaxóchitl (en Náhuatl, flor que se marchita) simboliza la vida del hombre para quien lo más valioso es ofrecerla a Dios y que así no se marchite eternamente.  Esta flor era utilizada por los habitantes de Taxco, Guerrero mucho antes de la llegada de los españoles, por ejemplo, los mexicas la utilizaban en sus rituales y sacrificios ya que sentían que su color rojo era un símbolo de la vida misma, además de usarla para teñir materiales como el cuero o el algodón.

Pero, ¿Cómo se convirtió en la Flor de Navidad?, Fray Bernardino de Sahagún, fundador del convento de Xochimilco utilizó la flor como parte de la decoración de las primeras pastorelas que se hicieron en México, y es que esta flor era abundante durante el otoño y el invierno. Su internacionalización llegó cuando el embajador de estados Unidos, Joel Poinsett, en 1827, la conoció, difundió y patentó con su nombre y la llevó a EU y Europa, por lo que se le conoce como Poinsettia.

La Navidad aparte de transmitir sentimientos y emociones a nuestros seres queridos, transmite una tradición que con el paso del tiempo ha ido cambiando hasta llegar a lo que hoy conocemos; lo primordial es  disfrutar con alegría y espiritualidad. Transmitir a los demás el mensaje de renovación de  fe y la alegría que acompaña las tradiciones navideñas.

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