BORDADOS
La vestimenta de los Huehues, para las fiestas carnavalescas en Tlaxcala es de gran relevancia para quienes gustan de participar en estas danzas, por lo que en Yauhquemehcan, se presentan las camadas de Huehues con trajes elaborados de forma artesanal, donde actualmente se componen de chaquetón y pantaloncillo con cascabeles , pechera, guantes, mallas y botines, además el atuendo se complementa con Careta de madera, castañuelas, bonete, penachos adornados con plumas de faisán, guacamaya, gallo, avestruz y aves exóticas.
El atavío de las mujeres consta de un chaleco, falda y blusa vestido de terciopelo según el gusto de las mujeres. En el bordado de los trajes en su mayoría se emplean imágenes o códices de nuestros antepasados, esto es en su caso un homenaje al “Encuentro de dos culturas”, como lo relata la historia. En cada uno de los trajes en sus bordados se hace alusión a Príncipes Aztecas, Reyes Prehispánicos, Códices de murales encontrados en ruinas arqueológicas, Mujeres Hermosas que eran sometidas a sacrificios, etc. Es por ello que el Carnaval de Huehues no solo es una fiesta de disfraces sino también es parte de nuestra cultura Mexicana y sobre todo Tlaxcalteca.
Para terminar este recorrido por los servicios culturales de Tlaxcala, nuestros amigos de la Carrera de Diseño Gráfico, Casandra Trejo Rosas, Alan Leonardo Oyarzabal Mancera y Leonardo Sánchez Manrique, llegaron hasta el centro de El Rosario Ocotoxco en el municipio de Yauhquemecan, donde les abrieron las puertas de su hogar Rosa Báez y su hijo Axel Sánchez para mostrar sus asombrosos bordados y confección de trajes de carnaval.
El inicio en el arte de bordar y confeccionar trajes de carnaval en la familia Sánchez Báez dio origen hace casi 30 treinta años atrás, cuando Rosa Báez y su esposo (fallecido) Santos Sánchez querían su vestimenta para bailar carnaval, al cotizar el traje y vestido les resultó alto el costo, por lo que se animaron a confeccionar y bordar sus propios trajes, desde esa fecha continúan realizando esta actividad.
En algunos años para venta, en otros para uso personal, al crecer la familia sus hijos también fueron apasionados por el carnaval, así que desde los 3 años empezaron a bailar y por ende a confeccionar y bordar tajes para pequeños, dicha pasión continúo y ahora su hijos siguen con la tradición y amor por el carnaval aprendiendo a realizar el bordado de canutillo, lentejuela, chaquira y pedrería, implementándolos en los trajes que son realizados con terciopelo de diversos colores, el traje de hombre esta formado por 3 piezas pecheras, chalequin y pantalón, el de la mujer es mas simple pero no le quita su grado de complejidad ya que estos llevan mayor bordado para lucirse en el baile.
Para realizar el bordado se hace una aplicación trazando sobre pellón la imagen que se quiere ilustrar, con ayuda de una aguja, hilo, chaquira y muchas horas de trabajo y dedicación se rellena la imagen dándole color y vida, normalmente cuando la vestimenta será usada por infantes se realizan imágenes de dibujos animados, pero cuando él o la danzante son personas adultas o adolescentes se realizan imágenes prehispánicas que a través de los bordados se cuentan historias de la cultura mexicana, teniendo la aplicación terminada se monta sobre el traje para que sea vistoso y se luzca en el baile.
Doña Rosa Báez se siente orgullosa al dejarle como tradición y aprendizaje el bordado a sus hijos y que entusiasmados realizan sus bordados y trajes para estar listos en las fechas de carnaval y lucirlos en las tradicionales cuadrillas.
Es así como Tlaxcala Cultural y este equipo de jóvenes estudiantes de Diseño Gráfico en la BUAP, realizaron el presente reportaje dentro de la campaña #cunadenuestratradición, donde muestran parte del folclor cultural de Tlaxcala, precisamente en una de las fiestas más tradicionales que le dan identidad a los tlaxcaltecas, el Carnaval mostrado a través de los títeres, las cáscaras de madera tallada y los trajes de huehues bordados a mano. Gracias a Casandra Trejo Rosas, Alan Leonardo Oyarzabal Mancera y Leonardo Sánchez Manrique, por su colaboración en la revista Digital Tlaxcala Cultural.
