Conoce Tlaxcala

CHIVARRUDOS DE ZACATELCO

En esta calle derecha

me aventaron un mango

y este verso se lo canto

a todos estos chilangos,

En esta calle derecha

me aventaron un alacrán

este verso se lo canto

a todo el Distrito Federal.

Con este verso, y con el “gargo, que le va a dar a mi caballito” Silvestre Ortega Marcos a la edad de 12 años se ganó sus primeros 500 pesos en la ciudad de México, al participar en una camada de “Chivarrudos” integrada en ese entonces por jóvenes y adolescentes de Zacatelco, mientras Alan Ricardo Pérez Flores, inició su participación cargando el Torito, sello característico de estos personajes dentro de las fiestas carnestolentas del sur de Tlaxcala.

Bajo el tema: Danza de chivarrudos, una tradición que se transforma y que se niega a perderse en Zacatelco, Tlaxcala, sesión 4, en formato Podcast, realizado por el maestro J:Pilar Castro Ramírez, evento organizado por el Archivo Histórico General del Estado de Tlaxcala, el pasado 29 de febrero del 2024 en la entrevista se destacó la tradición cultural de estos personajes y sus danzas con una antigüedad de más de cien años, dado que su origen se remonta a los años posteriores a la Independencia de México y su auge se fortaleció en la Revolución, cuando los pobladores hacían una sátira de los arrieros que transportaban ganado a la ciudad de Puebla y al puerto de Veracruz.

Dentro de las peculiaridades de estos danzantes son sus versos satíricos que declaman a su paso, donde hacen referencia a personajes de la política o de la comunidad, así como piropos y versos pícaros. “Al inicio me llamaba la atención los charros, porque no había visto a los chivarrudos, pero al verlos que brincaban bonito, entonces dejé la capa de charro y me invitaron a brincar con ellos, me di cuenta que se me facilitaba inventar versos y con el gargo, de que le van a dar a mi caballito, ganaba dinerito, caso contrario a los charros donde teníamos que cooperar para la música…” expresó Silvestre Ortega.

Recordó que, junto con su papá, empezaron a conformar su camada de Caballeros, al inicio eran seis o siete, y en la actualidad ya son más de 35, lo cuales año con año salen a recorrer las calles brincando con su caballito y sus chivarras al son del teponaxtle y persiguiendo al torito.

Alan Ricardo Pérez Flores recordó que “Desde muy pequeño me llamaron la atención los chivarrudos, mi familia originaria de Xicohtzinco, ahora vivo en Zacatelco pero mi mamá, mi abuelita, mis tíos todos son de Xicohtzinco, entonces yo me crie la mayor parte de mi infancia con el carnaval de este municipio, recuerdo que luego nos llevaban a los remates del barrio del Rancho de Guadalupe, cuando tenía 9 años no había quien cargara “El Torito” del barrio de San Isidro, entonces me dejaron, todavía eran los tiempos en los que se daban los encuentros ya no tan violentos como hace 50, 60 años, pero todavía eran de codazos y caballazos…”

“Mi papel dentro de mi infancia fue de espectador por muchos años, pero me di a la tarea de investigar el origen de los chivarrudos, lamentablemente no había tanta información sobre ellos, y se hablaba más de los charros que no son originarios de esta región sino de Papalotla, en el 2016 en mi canal de You tube lo enfoqué a difundir a las camadas de chivarrudos de Zacatelco, Quilehtla Xicohtzinco y Axocomanitla.

El Congreso del Estado de Tlaxcala en 2020 declaró a los Chivarrudos y a sus danzas como Patrimonio Cultural e Inmaterial del municipio de Zacatelco, en reconocimiento a esta tradición que es un sello característico de las fiestas carnestolendas único en la región sur.

Durante la charla, los entrevistados explicaron que dentro de las camadas de Chivarrudos existe una organización, independiente de las mayordomías de cada barrio, quienes se encargan de organizar los remates de carnaval, la camada se integra por un encargado que como lo era el papá de don Silvestre Ortega, “él era la cabeza de la camada del barrio de la Cruz de Capula, porque él compró la chivarras, y hacía los vestuarios, consiguió el tambor o teponaxtle, y por sus propios medios fueron consiguiendo los diferentes elementos de la indumentaria en los tiempos originales de carnaval …”

 

INDUMENTARIA DE UN CHIVARRUDO

El sombrero, se hace con varas de rosa y hasta la actualidad, ahora se modernizó con manguera de plástico. Las chivarras, pieles de chivo que se hacen tipo pantaloncillo y chamarras de cuero o gamuza, “atrás le poníamos un logotipo y hace unas sagas o un águila o cualquier cosa, organizábamos como según fuera el color de las chivarras, si eran negras le poníamos pañoletas blancas cuatro en cada lado y otras tres el caballito también tiene que ir a su color de los caporales que andaban antes arriando el ganado”, señaló Silvestre Ortega

Alan Ricardo destacó que lo principal son las chivarras porque es lo que le dio el último nombre al chivarrudo, “consta de unos pantalones de cuero de piel de chivo antes eran de toro, de vaca, de burro o de borregos, actualmente se prioriza que sea de chivo, esta piel hace mofa de manera exagerada a las chaparreras que los caporales hacendados y arrieros usaban a la hora de montar caballos.

Luego sigue el caballito de madera, obviamente este es una sátira o un arremedo del caballo que montaban, este caballo tiene en su cuello un cencerro o campana haciendo referencia al rebaño que se va arreando, pero también tiene hay una connotación un tanto más antigua porque funciona como los cascabeles haciendo referencia a la lluvia y también un espacio de purificación para ofrecer la danza.

El saco, hace referencia a la opulencia del hacendado, porque todos esos eran de dinero, pero también hay algunos chivarrudos que utilizan chamarras de cuero tipo campeones que tienen tirantitos, haciendo referencia a la vida campirana de aquellos caporales. Luego nos vamos a la careta o máscara que es parecida al complejo nororiental que de vaqueta bigotona y grandes cejas, con esos rasgos mestizos entendiendo que los caporales no eran exclusivamente extranjeros o españoles, ya había caporales mestizos mexicanos y se dice que eran mucho más crueles que los españoles. Entonces el chivarrudo hace sátira en ese entonces al caporal, pero mestizo que son mexicanos.

Luego tenemos el sombrero, de proporciones enormes con un ala muy ancha con diferentes colores que hace referencia a los sombreros que se usaban en aquella época para protegerse el inclemente sol en el campo, y tenían que usarlos desde arrieros, campesinos, hacendados, caporales, toda la parte masculina tenía que usar ese tipo de sombreros.

De unas décadas para acá se ha agregado las mascadas de colores, lo cual no tiene ningún significado dentro de la indumentaria, solamente para darle más vistosidad y colorido al traje y elegancia al tiempo de mover los brazos

Otro elemento importante es el chicote, cuarta o fuete, que hace referencia a los fuetes que usaban los que montaban a caballo para azuzar a este mismo animal y empezara a trotar, pero un elemento que se perdió es la reata que se ponía como una especie de cuerda al caballito de madera, donde con una mano se llevaba el fuete y con la otra el arriero.

 

¿QUIÉN DEBE DE LLEVAR EL TORITO?

Entre el público hay personas que lo cargan, porque los caballeros no, si lo que es no deben de quemar el torito, son las personas que están desvestidas y tienen gusto de quemarlo cualquiera puede quemar el toro, incluso allá en Zacatelco lo queman hasta mujeres, hay veces que exclusivamente se los dan a las mujeres y ahora sí el caballero brinca a su alrededor diciendo sus versos, destacó don Silvestre.

“No es que se lo puedan dar a cualquiera, sino es alguien que sepa hacerlo, por ejemplo, que sepa mover el toro, que sepa cómo anda y que sepa tocar el tambor afortunadamente yo apuro oído aprendí y el tambor pues ya me lo pueden dejar a mí sin ningún problema, los toques son muy sencillos, pero sí tiene que ser alguien que sepa”, aseveró Alan Pérez Flores.

Agregó “dentro de la tradición del toro, son dos cosas, lo evidente es que es el animal al que arreaban aquellos caporales de antaño, de mediados del siglo XIX, y que los llevaban a pastar por los diferentes campos y luego los regresaban a las haciendas, eso es lo evidente, pero qué nos dice la esencia, esa parte prehispánica”.

“Hay una leyenda me parece que es de la comunidad de Mazatecohco o de Tenancingo, pero es de esa región, donde siglos atrás bajó un toro de la matlalcueyetl, del volcán de las faldas azules y empezó a recorrer las calles de ese pueblo, los habitantes lo tomaron como un desdoblamiento del dios Tláloc y desde entonces empezaron a hacer la danza del Torito en torno a este a este animal que lo tomaron como un nahual o una transformación del mismo dios Tláloc”.

“Bajo esta premisa surgen las diferentes danzas del Torito entre ellas los chivarrudos, pero no es la única danza, está la de los payasos, antes toreros de Papalotla, Mazatecohco parten de los mismos carnavales, Día de muertos de la región sur de la ciudad de Puebla y comunidades aledañas como San Bernardo Chalchihuapan, la colonia Guadalupe Hidalgo incluso hasta dicen versos de los toriteros de la región de Texmelucan, entonces la simbología del Toro es que él es el mismísimo Dios Tláloc, se le pide a su nahual o su transformación para que dé el favor de las lluvias, todo esto se hace de manera inconsciente, ya nada más una que otra persona todavía guarda eso en su memoria.”

 

RITUALIDAD EN LA DANZA DE CHIVARRUDOS

“La danza de los chivarrudos a diferencia de otros municipios, todavía lo guarda un poco más de ritualidad pero sobre todo hablando de Zacatelco, aquí los remates de carnaval en los diferentes barrios hay un elemento que a lo mejor para muchos ha pasado desapercibido pero está evidente, que es la cruz del barrio de cada sección de las cinco que hay y en cada uno hay una Cruz ya sea de piedra, de mármol, de cemento, unas tan antiguas y otras recientes, la más antigua es de 1901 que es la Cruz de Nextlalpan ubicada en la Sección Primera y la más reciente es la Cruz del Puente ubicada entre los barrios de Guardia y de la Cuarta.

En los remates acuden a las plazuelas donde se encuentra la Cruz, la adornan con flores y papeles de colores, pero esta costumbre se ha ido perdiendo. El carnaval no es únicamente lo popular que se dice, que es la burla hacia el español, sino que aquí trae otras cargas simbólicas que tiene que ver precisamente con la religiosidad, aunque no está muy compenetrado porque la iglesia apartó todas estas festividades desde hace muchos siglos, sin embargo la gente lo sigue haciendo, acude a los lugares sagrados a continuar con estos rituales por qué son propiciadores de la lluvia para la agricultura ya que las cruz es una milpa o planta de maíz, todas las danzas que tiene que ver con el carnaval están ligadas también a este tipo de rituales y de concepciones para que el campo siga siendo fértil y bueno para la siembra”.

El mayordomo tenía que poner al torito frente a la cruz del barrio como ofrenda y es cuando los caballeros empiezan a brincar al son del tenopaxtle, lo que se vuelve una verdadera fiesta, donde la cruz de madera que es llevada al frente de la camada se coloca ante la cruz del barrio y es esta ritualidad que el común de la gente no ve y solo va a disfrutar las danzas de carnaval como simple diversión. Y si se pone uno analizar esta ritualidad de origen prehispánico, donde se ofrece al dios de la lluvia para que se levanten buenas cosechas, de igual forma sobre los elementos cristianos donde las iglesias en su momento ya no toleraron”.

INSERCIÓN DE LAS MUJERES

A pesar de que las camadas de chivarrudos no es del agrado de muchos al considerarlos burdos y hasta vulgares, quienes participan buscan preservar esta tradición entre las nuevas generaciones, Silvestre Ortega mencionó que a sus nietos les gusta salir en la camada, porque hay que inculcar a los jóvenes que esta hermosa cultura y tradición “mi hija que ya tiene 30 años ganó un concurso de chivarrudos, en aquella ocasión le dije, yo no participo, pero tu si y ganó el primer lugar entre varias, también nació con el don y le gustó ponerse las chivarras desde muy pequeña”.

En santo Toribio Xicohtzinco hay una camada de chivarrudas, donde son puras mujeres las que se visten, por lo ya ha ido incursionando no solamente en las danzas de carnaval, sino también en las danzas religiosas no solamente en Tlaxcala sino en toda la República Mexicana, porque ha contribuido a rescatar a veces las danzas que se van perdiendo. Siendo un papel muy importante para las mujeres que participan en el carnaval y es muy bonito respecto a que las mujeres se incluyan en esto.

Finalmente, Alan Ricardo Pérez Flores, señaló que “El carnaval no solamente es la parte lúdica, esa parte de diversión y de excesos, sino también esa ritualidad y hacer conciencia también yo como parte todavía de la juventud sobre el rescate de la simbologías y representaciones que hay dentro de este carnaval, igual no perder los elementos religiosos que hay de manera directa o indirecta inmiscuidos de las celebraciones carnestolendas y concluyo siempre que el carnaval en Tlaxcala es un ritual de colorido y alegría”.

 

*Agradecemos al maestro Jaime Castro Ramírez, quien nos proporcionó las fotografías para complementar este reportaje.

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