DESPEDIDA

Parecía un gigante a primera vista…y acabó siéndolo para todos nosotros.

Parecía eléctrico, despierto, locuaz e intenso…y acabó resucitando a los dormidos y reseteando a los despiertos. Él no hacía las cosas para «mañana», sabía que mañana es la carretera que lleva a la ciudad llamada nunca.

Parecía ilusionarse con todo, absorbiendo con devoción a tragos grandes. Aprendiz eterno, sabía que la excusa de la edad para aprender es una mentira para los que necesitan la ignorancia.

Parecía involucrado, comprometido y enfadado con la ideología…»José, ya estamos con la política otra vez, ¿no ves la que lías?» le solía decir…Y no es que «estuviera otra vez», sino que nunca dejó de «estar», porque era inhumano padecer ese purgatorio y mirar hacia otro lado con las desgracias de su segunda tierra y patria.

Parecía Jovial, positivo y entusiasta…y lo demostraba en cada intervención y opinión…Nadie que pudiera conocerlo se quedó sin un elogio, un afán inspirador de José El elogioso, el Hombre de Nikola Tesla

 Nunca pareció ausente, él no era asi…y no lo está para nosotros porque solo te queda lo que das y José nos lo dió todo. Él apagó la luz, pero dejó encendidas sus estrellas.

Despedida a José Cabrera Raad, de Venezuela. DEP.