Perspectiva

DÍA DE LA MADRE

El día de hoy desperté pensando que se aproxima el 10 de mayo. Muchos hijos correrán a abrazar a sus madres, otros les llevarán flores al cementerio y muchos otros quizás recordarán que no conocieron a su madre del todo o lamentarán el haberlas abandonado.

Esta celebración es muy especial en muchos lugares del mundo, porque todo mundo ha nacido de una mujer. Saber que se acerca esta celebración en México, me hizo escribir estas líneas para ustedes, hijos de mi vida:

Por favor, les pido que nunca digan que fui la mejor mamá del mundo, pues hay gente que se burlaría; ellos no me ven como su madre y mi presencia les es útil, solo si les ayudo en algo.

La burla empezaría con aquellos a quienes dije no, cuando pedían que hiciera algo contra mi voluntad y no obedecí sus intereses. Se burlarían las personas a quienes dejé de ayudar por no poder hacerlo y quienes pensaron que mi obligación era cargarlos.

Por favor, jamás expresen su orgullo en voz alta, aunque lo sientan de verdad. Quiero que siempre estén conscientes de que sólo soy una mujer que ha disfrutado la vida, y que, gracias al Creador, tuve la suerte de amarlos.

Por ustedes, daría toda mi vida, pero jamás renunciaría a ella, pues amo también respirar. He comido, he trabajado y he amado, he subido, he bajado y he madurado. Su compañía me ha dado más vida, su amor me ha hecho levantarme y jamás rendirme cuando he fallado.

Por favor, no digan que soy la mejor del mundo, pues en mi camino quizás a muchos sin querer, he lastimado. Y no ha sido por maldad ni con propósito, en la vida no siempre se es bueno para todo. Muchas veces también las mamás nos equivocamos. Si hubiese sido perfecta, quizás jamás habría hecho nada en mi vida y me hubiese quedado quieta en el encierro sepulcral y sombrío de las almas en pena, que todo se han callado.

En cambio, he gritado, he bailado y he de todo disfrutado. Su compañía me ha movido a ser mejor cada día y he querido que vean a una mujer que quiere vivir la vida, y poder caminar con ustedes a mi lado.

Sí, lo acepto: soy una madre llena de defectos, cuya mejor virtud ha sido crearlos. Y sentir que se me llenan los ojos al verlos, que mi corazón revienta de amor cuando los abrazo y que explota lleno de tristeza cuando se alejan de mi lado.

Una madre que quisiera vivir por siempre en esta maravillosa vida, para nunca jamás dejarlos. Una mamá llena de defectos, que los quiere si se portan bien, pero que les jala la oreja si en algo se van de lado.

Soy una mamá que quiere volverse eterna, para siempre sentir su amor y escuchar siempre sus pasos. Por favor, nunca digan que soy perfecta, pues hay millones de mamás ya en ese lugar y la perfección en una madre, para mí, es cosa del pasado. Mejor digan que su madre solo fue una mujer que los trajo al mundo, y que su amor enorme por ustedes, la hizo querer moverse como el planeta tierra, porque su compañía le daba confianza de seguir avanzando y de hacer de nuestra compañía, un juego perfecto de vida y una profunda conexión.

No soy perfecta, porque también algún día, sin que sea mi voluntad, los abandonaré y en mi nueva vida eterna, serán sólo gente del pasado.

*Rosalía Nalleli Pérez-Estrada. Directora de Universidad Santander, Campus Tlaxcala. Profesora por asignatura, de la Universidad Politécnica de Tlaxcala y dirección de Investigación y posgrado de la misma universidad. Investigadora invitada por CIFE y Fundadora de la Sociedad Anónima Madison School Come to be the Best, desde 1999.

Email: rosalia_na@hotmail.com

4 comentarios en «DÍA DE LA MADRE»

  • Me encanto la refleción, pues si bien somos madres y amamos a nuetros hijos con todo el corazón y no hay amor más genuino que el de una madre hacia su hijo, pero tambien somos mujeres con sentimientos, emociones y deseos que para lograr la plenitud en todas sus etapas y vivir instantes de felicidad se renuncia a ser la mujer y madre perfecta. Justamente somos madres que dimos la vida a nuetros hijos, los amamos y acompañamos en las diferentes etapas de su vida, por que ser madre es una aventura que dura toda la vida: enseñaras a volar pero no volaran tu vuelo. Enseñaras a soñar pero no soñaran tu sueño, enseñaras a vivir pero no viviran tu vida. Sin embargo…, en cada vuelo, en cada vida, en cada sueño, perdurará siempre la huella del camino enseado por una madre.

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    • Muchas gracias estimada Natalia.
      Sé que eres amantes de la lectura y tener tus comentarios es todo un honor para mí. Saludos hasta Europa.

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