MÁSCARAS DE CARNAVAL
Tlaxcala, también se caracteriza por contar con artesanos que elaboran máscaras de madera de ayacahuite o colorín, propias para las fiestas de carnaval. Estas son muy espectaculares y codiciadas por los danzantes. Se tallan, se enlienzan, se pintan y se integran al óleo. Un detalle muy particular de estas máscaras, es que los ojos son de vidrio o movibles, con grandes pestañas.
Para conocer más sobre el tema, Casandra Trejo Rosas, Alan Leonardo Oyarzabal Mancera y Leonardo Sánchez Manrique, estudiantes de la carrera de Diseño Gráfico de la BUAP, siguieron su recorrido por la comunidad de Tlatempan, municipio de Apetatitlán de Antonio Carvajal, donde los esperaba Pedro Reyes Ramírez artesano que trabaja el tallado de madera, siendo mayormente reconocido por las máscaras de carnaval y perteneciente a la tercera generación de artesanos que realizan esta actividad en esta comunidad.
Al platicar con él, señaló que “se siente feliz al dejar esta tradición a sus sucesores quienes le ayudan en su taller y donde toda la familia participa, a través de un trozo de madera y después de un largo proceso logra crear asombrosas mascaras que serán usadas por los danzantes en el baile de carnaval para cautivar y asombrar a los espectadores”.
Se encontraba terminando su carrera profesional cuando desafortunadamente falleció don Pedro Amador su papá, viéndose en la necesidad de cerrar el taller, sin embargo, por motivación de un coleccionista que los alentó a continuar con el legado de su padre empezó a elaborar máscaras en compañía de su hermano, que si bien no eran los resultados esperados practicaban y como bien la dice la frase la práctica hace al maestro, tardaron aproximadamente 3 años en obtener los resultados esperados.
En 1997 el ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton, viajó a México y portó máscaras de Huehues junto con su esposa, esto que fue capturado a través del lente fotográfico, dicha fotografía le dio la vuelta al mundo, las máscaras fueron elaboradas por su papá don Pedro Amador.
Para iniciar la elaboración de una máscara se hace uso de un trozo de madera suave, es importante definir el modelo de ésta para saber que detalles se deben considerar, posterior a esto se usan plantillas que marcan en la parte trasera para definir la forma de la cara de quien portara la máscara.
Es importante marcar un eje de simetría en cada facción de la mascara de esta manera se evitará que los elementos de la máscara se vean chuecos o asimétricos, con ayuda de un taladro se perfora la parte trasera para después apoyado de un martillo se golpea para liberar el interior de la mascara y facilite su tallado, se definen todos los detalles y elementos de la máscara con gurbias para que se obtenga el molde en madera cruda de aproximadamente 3 milímetros.
La primer capa es un impermeabilizante de cola en ebullición, después se forra de tela (popelina) que funciona como malla protectora, posterior se combina cola y blanco español para tapar los últimos poros de la madera y definir los detalles de la máscara, para aplicarle color se diluye un esmalte con óleo, durante todo el proceso, el secado se realiza a la intemperie en el sol, se colocan los parpados y si se requiere movimiento en estos se les anexa una incrustación de alambre que generara el movimiento, ya por último se colocan los ojos y pestañas, estas últimas se obtienen de los perritos del hogar aprovechando que el pelaje de estos tienen punta se pegan uno por uno creando el juego de pestañas, haciendo de todo el proceso algo complejo y que requiere mucha dedicación durando aproximadamente entre 8 y 20 días la creación de una máscara y generando piezas únicas.
A través de las máscaras los danzantes pueden jugar con personalidades que si bien las máscaras surgen en la época de la conquista como imitación de los peones ante los hacendados, estas se han ido modernizando, cambiando colores, formas de la barba, ojos, entre otras características.
