VISITA EL MUSEO DEL MAGUEY, EN NANACAMILPA.
El maguey de origen mexicano, planta de la que se obtienen diversos productos como la bebida del pulque; una especie de papel o película que se extrae de las pencas para formar hojas lo suficientemente fuertes para contener un platillo tradicional mexicano llamado mixiote, y también se obtiene forraje para alimentar al ganado, e ixtle fibra vegetal conocida por su resistencia y con la que se elaboran cuerdas, sin embargo, en la actualidad, la producción del maguey ha decaído ante la falta de tierras de cultivo y la falta de interés de los agricultores por conservar esta planta milenaria.
El pulque es una de las bebidas más representativas de México, además de contar con siglos de tradición este embriagante elixir es ya toda una tradición entre los tlaxcaltecas.
La agro-industria de producción pulquera floreció entre los años 1870 a 1900, sin embargo, con el paso de los años, fue decayendo, por lo que actualmente, se busca reactivarla entre las nuevas generaciones tanto su producción como su consumo.
Esta planta pertenece a la familia de las agaváceas y al género agave. A mediados del siglo XVIII, el naturalista sueco Carlos Linneo determinó que el nombre genérico de los magueyes era agave. De éste género se obtienen los siguientes productos nativos de nuestras tierras mexicanas.
En nuestro país hay más de cien variedades de este género, con sus especies y subespecies que ofrecen formas y tamaños diferentes. Está, por ejemplo, el maguey espadín, en Oaxaca; el agave azul, en Jalisco; el henequén, en Yucatán, y los magueyes pulqueros en Hidalgo, Tlaxcala, Puebla y Estado de México, por mencionar algunos.
Son plantas hermafroditas y monocotiledóneas, es decir que su semilla es indivisible, como el maíz. Tienen forma de piña de la cual salen sus pencas, rectas o dobladas, carnosas, de bordes espinosos, a veces de color amarillo, y con una púa en la punta. Sus flores (llamadas quiotes) llegan a medir 12 metros. El color va desde el verde claro hasta el verde oscuro casi púrpura, pasando por varios tonos de azul.
LOS ALABADOS DEL PULQUE.
Desde la época prehispánica se ha transmitido en la región donde se siembra el maguey una tradición oral, un canto de trabajo conocido por EL ALABADO, usado en algunas labores de los tlachiqueros, o en los tinacales como rito en la elaboración del pulque.
Este tipo de canto contribuye al cuidado y preparación de esta delicada bebida que durante siglos ha sido complemento de la alimentación en la meseta central de México.
En la elaboración del pulque se canta tradicionalmente los “alabados” cuyo objetivo es aclamar a Dios, pidiéndole ayuda para la buena producción del pulque. Esta tradición es muy antigua, de origen prehispánico, donde existe un mito que “habla del Mayahuel, deidad del maguey o Diosa de los 400 senos y madre de los 400 conejos, considerados a su vez como dioses del pulque y asociados a la creencia de que el conejo fue arrojado de la faz de la luna (según la mitología náhuatl).
Durante la época de la catequización que se llevó a cabo en el siglo XVI, la población tlaxcalteca fue absorbiendo una serie de elementos del culto y de los servicios católicos, esta conversión se inició a partir del año 1524 con la llegada de los doce misioneros franciscanos.
El historiador Concha Michel (1951) aborda el tema del alabado como un canto religioso católico introducido en la nueva España durante el siglo XVI, que desempeña un papel importante en la vida indígena como la iniciación de la siembra, solicitando ayuda para la obtención de la cosecha, para rendir culto a los muertos y como acción de gracias.
El alabado del campo se transmitió posteriormente a los tinacales de las haciendas pulqueras, conservando el mismo carácter religioso.
En Tlaxcala, las primeras haciendas pulqueras se establecieron alrededor de 1712. Pero durante la época revolucionaria estas grandes haciendas fueron arrasadas, pero a pesar de los cambios socioeconómicos que se dieron en el país, entre los productores de esta bebida no se perdió la costumbre de alabar.
Se puede decir que existen 5 tipos de alabados, el alabado de corte de semilla, el ave maría, el canto a cristo rey, el alabado para medir el pulque y el alabado para raspar el maguey. Esta tradición centenaria que nació en la época prehispánica se sigue conservando con las mismas características desde la época de la colonia, en algunos lugares del estado de Tlaxcala.
FERIA DEL PULQUE EN NANACAMILPA.
Durante los días de feria se presentan diversas exposiciones sobre la cultura del pulque y sus derivados por los principales productores de la región, que además regalan algunos de sus productos a los visitantes, así como el pulque natural o curado de las industrias establecidas en el municipio.