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REPORTAJE.

Contla de Juan Cuamatzi, es uno de los 60 municipios del Estado de Tlaxcala con una vasta riqueza cultural al preservar su lengua materna Náhuatl y por su gran aportación textil merece la atención de Tlaxcala Cultural, para dar a conocer más sobre este legendario municipio principalmente en este mes de mayo, cuando se celebra su fiesta patronal anual en honor a San Bernardino de Siena.

ORIGEN

La palabra Contla deriva del náhuatl Comitl, que significa vasija, olla y de Tlan- lugar, por lo que significa “Lugar de Ollas o de vasijas”.

El nombre primitivo fue COATLAN, según Monseñor Vera. En la colonia se llamó “San Diego Xicometepetla”, que significa lugar de siete cerros, en 1849 ya era municipio y contaba con dos alcaldes.

HISTORIA.

Diego Muñoz Camargo (1948-63), Historiador de Tlaxcala señala en su libro, que Contla fue poblado por los Olmecas Xicalancas bajo uno de sus jefes llamado Tempotlahuac. En esa época la capital de Contla era Tepepetla, su fortificación pertenece a la sección sexta Tlacatepepac, llamada también Cholulita o Cuba, al noroeste de San Bernardino Contla.

La guerra, el arte, la ciencia y la organización eran dirigidos por la región, donde el Dios principal es Camaxtli, Dios de la caza y de la guerra. Le siguen en importancia otros dioses como Toci, Tláloc, Huehueteotl y Tezcatlicuetl. Los habitantes del lugar practicaban en honor a sus dioses sacrificios humanos, auto sacrificios, procesiones y penitencias, también rendían culto a los muertos.

ÉPOCA COLONIAL.

Contla pertenecía al sector administrativo y cabecera de Tizatlán y en la colonia fue llamada san Diego Xicometepetla “Lugar de siete cerros o de tierra”.

Con la llegada de Hernán Cortés a tierras tlaxcaltecas, expide las primeras ordenanzas de los ayuntamientos de la Nueva España (22 de diciembre de 1520). Al reorganizar la administración pública dividieron a los pueblos en principales (que eran las antiguas cabeceras de señoríos prehispánicos) y asentamientos que dependían de los principales, y quedan las cuatros cabeceras principales.

Desde los comienzos de la Colonia, Contla llegó a contar con los barrios de Tlacomulco, Aquiahuatl y Asolucan, habitados por nobles y macehuales, en el barrio de Colhuacan en el que crecían exclusivamente nobles.

Además el hecho de que algunos hispanos se casaran con nobles indígenas contribuyó a que las tierras pasaran a los españoles o de sus hijos mestizos. Así se formaron muchas Haciendas y Estancias, especialmente de ganado menor, destacan los borregos de lana, que surtían a los obrajes de Apizaco, Tlaxcala, Santa Ana y zonas cercanas.

A partir del siglo XVI s impulsa en la nueva España la agricultura, gracias a la introducción del arado tirado por bueyes y del ganado mayor y menor que no se conocía en Contla. Se cultivaba el maíz, trigo, frijol, cebada, chile, se explotaba el maguey henequén y algodón, para la elaboración del pulque, ixtle y la grana cochinilla para el tinte.

El ixtle y la lana se trabajaban en lo obrajes de telares de mano en contra y pueblos vecinos, desde antes de la llegada de los españoles. También se manufacturaban hilos, tejido, utilizando fibras de algodón, del henequén y maguey, se coloreaban con la grana cochinilla, semilla de achiotl, hojas de xochipalli, zacatlancalli, xiuchquilitl y sulfato de cal. Para dar consistencia a los pigmentos se mezclaban con jugo de tzacutli o con aceite de chía. Se confeccionaban mantas, faldas (chincuate), blusas (quexquemetl), taparrabos (maztlatl), túnicas de manga corta (xicolli), enaguas (cueitl)corpiños (huipilli)y fajas, todos adornados con plumas, plantas y piedras preciosas.

La industria textil en la colonia se dedicaba a fabricar telas de lana y algodón para el consumo interior de la Nueva España, no hubo restricciones y se llevó a cabo en los obrajes, donde se ocupaban gran número de indígenas y negros.

De España se trajo el telar europeo, doble ancho, las cardas y devanadoras, así como el telar fijo de madera. Aquí los indígenas aportaron a la industria textil sus tintes vegetales y animales. En Contla se conserva desde la colonia la tradición del tejido en telares y telares de cintura, en gran parte de las casas las familias poseen uno o varios telares y se dedican a confeccionar sarapes, gobelinos y otras indumentarias distintivas de la región.

Se hace la decoración cada vez más cargada y suntuosa y en Tlaxcala se crea un estilo muy especial a base de estuco encalado u ladrillo, prueba de ello es la Basílica de Ocotlán, la parroquia de San José, el Santuario de la Defensa y también en algunas iglesias como la de Tzompantepec, Ahuashuatepec y la de San Bernardino Contla.

ÉPOCA REVOLUCIONARIA

Hacia el año de 1885 a 1910, surgen movimientos revolucionarios que demarcan la plenitud del pueblo de Contla. Cuando gobernaba Miguel Lira y Ortega al inicio del régimen porfirista llega al poder en sucesivas relaciones el coronel Próspero Cahuantzi, el cual dio notable impulso a la industria textil, se instalan varias fábricas. Para 1892, el municipio de Contla pertenece al distrito de Hidalgo, año en el que los humildes despojados de sus tierras se ven obligados a trabajar como peones en las Haciendas, con una disciplina muy rígida y varias horas de jornada percibiendo salarios muy bajos. También en ese año el vicario de San Bernardino, Carlos Machorro funda dos colegios de instrucción primaria para los niños de Contla, donde por separado los niños de las niñas les enseñan oficios y lo fundamental de la vida.

Para principios del siglo XX se inicia un descontento popular contra el régimen porfirista de Cahuantzi, destaca el movimiento acaudillado por Andrés García, trabajador de Xaltocan, asesinado por instrucciones de Cahuantzi. Poco después se crearon centros liberales de ideas revolucionarias y partidos anti releccionistas como el de Tepehitec, municipio de Tlaxcala al mando de Manuel Sánchez y el de Contla al mando de Juan Cuamatzi; ambos en contacto con los hermanos Serdán en Puebla.

Al frente de 300 hombres, Juan Cuamatzi se levanta en armas el 26 de mayo de 1910 y para el 16 de septiembre se efectúa una manifestación de apoyo a Madero en Zacatelco, muchos fueron apresados y golpeados, destaca el patriotismo de las mujeres tlaxcaltecas que lucharon en aras de la revolución.

En 1911, renuncia a la gubernatura del estado el Coronel Próspero Cahuantzi, donde los revolucionarios tlaxcaltecas celebran su victoria, como Máximo Rojas, Hidalgo Sandoval, José Rumbia, Domingo Arenas, Porfirio Bonilla, Andrés Angulo, Pedro Morales y Juan Cuamatzi, entre otros más que destacaron por su lucha en defensa del agremiado.

Juan Cuamatzi es herido y se refugia en Papalotla en casa de Luciano Berruecos, en donde son aprehendidos y fusilados el 26 de febrero de 1912 junto con otros prisioneros y fue enterrado en el atrio de la parroquia de santo Toribio Xicohtzingo.

ÉPOCA CONTEMPORÁNEA

Hacia 1970 Contla comprende ya 10 barrios, de los cuales cuatro están divididos en sectores llamados de arriba y de abajo, cada uno con su santo patrón. Estos barrios no son unidades territoriales en sí mismas, sino unidades emparentadas por nacimiento o matrimonio. Estos barrios se perciben, a inicios de esa época, como un clan semi-localizado, patrilineal y exógamo; son unidades que encierran un profundo significado socio religioso.

Contla de Juan Cuamatzi es un pueblo apegado a sus tradiciones y costumbres, por lo que invita a ser partícipe de la hospitalidad de su gente y por si fuera poco, le ofrece visitar sus joyas arquitectónicas, testigos protagonistas de la Historia del municipio.

Bibliografía: Monografía de Contla, Autor Mercedes Meader Angulo.

Versión oral del maestro Desiderio Hernández Xochitiotzin, entrevista concedida a la Revista Malintzi, mes de mayo de 1991.

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