Acontecer Cultural

UNA REFLEXIÓN ESTE 10 DE MAYO.

Durante el mes de Mayo todos hablan de aquel ser que nos trajo al mundo, aquella mujer que se ha ganado un lugar especial en la sociedad, sea cual sea y precisamente, para que no pase desapercibido esta fecha especial para las madres mexicanas, vamos a recordar a una gran compositora mexicana de origen español:

María Joaquina de la Portilla Torres, hija del sevillano Francisco de la Portilla y de su esposa la mexicana Julia Torres, nace en la provincia de Guanajuato (México) el 16 de agosto de 1884.

Estudió en el Colegio del Sagrado Corazón. Desde niña recibió educación musical. Con sólo cuatro años hizo su primera composición, un villancico navideño con versos escritos por ella misma.

A los seis años de edad marchó a Sevilla (España), lugar de donde era originario su padre. Luego, viajó a París donde recibe clases de los músicos Claude Debussy y Franz Lenhard, quien le sugirió que no se sujetara a la técnica musical y conservara su espontaneidad. De regreso a México ingresó en la escuela de canto de su tía “Cuca” Torres.

En 1916, María se estableció en Nueva York, donde conoce al que sería su esposo León A. Grever y de quien adquirió el apellido con el que se inmortalizó.

Su primer gran éxito se produjo en 1926 con “Júrame”, canción interpretada por José Mojica cuando ella aún no era demasiado conocida. Por esos años el bolero comenzaba a convertirse en la música más popular del momento.

El 15 de diciembre de 1951 María Grever fallece en la ciudad de Nueva York; sin embargo, aún sigue presente en toda la música latinoamericana, así como en la vida de quienes hoy cantamos sus canciones.

En este espacio de Tlaxcala Cultural, retomamos la letra de la canción “Todo por ti”, como una reflexión para aquellos hijos que si saber lo que tienen, han olvidado  a aquella mujer que les dio la vida, sí a la que los cuidó, alimentó y protegió siempre …

Con este tema, vale hacer una reflexión sobre la Mamá, a quienes muchos con cariño y veneración las festejan el 10 de Mayo, sin embargo, hay muchas que su hogar son las calles pidiendo una limosna para comer, ya que sus ingratos hijos las han olvidado, así como dice la letra del tema.

Por esto bien vale la pena hacer un respetuoso homenaje en su día, ya sea en vida, en su vejez o en su tumba, donde se encuentren siempre sus hijos e hijas reunidos en armonía para ofrecerle su respeto, cariño y veneración a la mujer que los trajo al mundo.

¡Este homenaje es para ti Mamá… donde quiera que te encuentres!

 

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