Acontecer Cultural

APIZACO, MEMORIAS DE UNA CIUDAD CENTENARIA

*Obra que celebra la historia de Apizaco, «la ciudad de agua delgada», a través de 26 textos que incluyen poesía, narración, crónica y cuento, acompañados de fotografías que capturan su esencia pasada y presente.

Por: MIGM/Tlaxcala Cultural

Durante la presentación del libro “Apizaco, memorias de una ciudad centenaria” Steve Esteban Del Razo Montiel, delegado de la Representación del Gobierno de Tlaxcala en la Ciudad de México (Casa Tlaxcala), consideró que no es solo un libro, es un testimonio vivo que nos conecta con las generaciones que forjaron el espíritu de este lugar, un puente entre el pasado y el presente que nos recuerda la importancia de preservar nuestra memoria colectiva.

Destacó la labor incansable del gobierno del Estado de Tlaxcala dirigida por la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, de quien dijo, “ha demostrado un compromiso inquebrantable con la promoción de nuestra cultura y el fortalecimiento de nuestras tradiciones, su apoyo ha sido fundamental para impulsar proyectos como éste que celebra la diversidad y la riqueza histórica de nuestros municipios y nos inspira a valorar lo que somos y a lo que podemos llegar”.

Del Razo Montiel invitó a los asistentes al evento a dejarse cautivar por las historias que este libro tiene para contar, “sigamos trabajando juntos para preservar y difundir el legado de nuestra tierra, que este encuentro sea un recordatorio de la importancia de mirar hacia atrás para comprender nuestro presente y construir un futuro lleno de orgullo y esperanza”.

Como moderadora Edith Sánchez Sánchez, retomó algunos textos del libro para enmarcar la presentación de Luis Miguel Carvajal y Joel Dávila Gutiérrez, y como invitado especial se contó con la presencia de José Hernández Castillo cronista emérito del Consejo de Cronistas de Tlaxcala.

La obra, que celebra la historia de Apizaco, «la ciudad de agua delgada», a través de 26 textos que incluyen poesía, narración, crónica y cuento, acompañados de fotografías que capturan su esencia pasada y presente. Es el resultado de una convocatoria en la página Apizaco 100 años de ser ciudad y tres años de trabajo editorial a cargo de Olimpia Guevara Hernández, Enrique Arellano Bravo y Noé Ortega Hernández, es un homenaje entrañable a una ciudad clave en la historia de los ferrocarriles.

Se ha presentado en Tlaxcala y Puebla, en esta ocasión en la Representación del Gobierno del Estado de Tlaxcala en la Ciudad de México (Casa Tlaxcala), evento organizado por la Sociedad de Geografía Historia Estadística y Literatura de Tlaxcala A. C, por lo que se contó con la asistencia de Irma Carolina Romero Romero, secretaria general de la Sghel. Quien dio lectura a una poesía de su autoría dedicada a la ciudad de Apizaco.

Luis Miguel Carvajal, enfatizó que “Apizaco, Memorias de una ciudad centenaria” abarca desde la fundación de Apizaco hasta tiempos recientes con temas que van desde tradiciones, costumbres, hasta espacios y personajes que ya no existen. El libro recoge desde la construcción de la Basílica hasta las obras de teatro que alguna vez llenaron de vida a los escenarios apizaquenses, que pasan por los relatos en torno a la máquina de vapor 2012, emblemática pieza que fue trasladada y convertida en monumento a la fuerza tractiva de vapor.

“Me encanta cómo vamos rodando en la vida cómo recorremos vías que nos llevan a lugares en donde la felicidad tiene su estación, después de haber presentado este ejemplar en Apizaco y luego en Puebla esta tercera presentación en la ciudad de México precisamente aquí es motivo de gran alegría y satisfacción para los autores y para los compiladores de estas memorias de una ciudad centenaria”.

Describió el libro como “una tertulia posmoderna”, destacó que esta recopilación también incluye 53 fotografías, un dibujo y un cartel. En sus páginas, el lector se encuentra con una diversidad de géneros que incluyen crónica, poesía y cuento para una lectura amena. Consideró la relevancia de quienes participaron, de compartir sus anécdotas, historias de vida desarrolladas en este emblemático municipio, situado en el corazón del estado.

En su momento, José Hernández Castillo, rememoró parte de su vida donde trabajó en la ciudad de Apizaco a su regreso de haber estado en el Ejército Mexicano en los años 40 durante la guerra, ya que él es originario de Huamantla, también fue comandante de la Cruz Roja, y por esa época se perdió una niña en la Malintzi, Lupita Hernández de seis años, misma que fue rescatada con vida en lo profundo de una barranca, por los rescatistas de la Cruz Roja donde participó, ahora esta menor es parte de las memorias del libro Apizaco.

En su intervención, Joel Dávila Gutiérrez, presentó un cuento sobre el libro Apizaco, memorias de una ciudad centenaria, quien deleitó a los presentes con su peculiar forma de narrar sobre la obra en cuestión.

Olimpia Guevara Hernández, agradeció a los presentadores, “por la forma de dar a conocer el contenido del libro de Apizaco, realmente fue muy grato, a José Guadalupe Pérez, el dueño de la foto de la portada que también ha sido muy elogiada, a José Luis Delgado Fernández un joven también que asumió la tarea de diseñar este libro y a quien se le debe la impresión que es tan grata a nuestros ojos”

Agregó que Apizaco es una ciudad centenaria, ferrocarrilera, comercial, taurina, religiosa, de buena cocina, de las únicas tortas de chalupa en el mundo, lugar de profesionistas, de siete gobernadores hasta ahorita, de deportistas, de matachines, bailes y ferias y más. “Apizaco es de agua delgada y de inviernos fríos pero de una cálida población orgullosa de haber nacido en el cruce de vías férreas y entre silbatos de trenes”.

Apizaco es de tierra generosa e histórica y hoy 26 de Marzo mes en que celebramos su fundación les trae un ciento de páginas escritas con el corazón a la Casa de Tlaxcala en el mero corazón y el ombligo del país”

En la intervención de Noé Ortega Hernández, mencionó que se recibieron muchos textos, donde lo único que se consideró es que fuera inéditos de apizaquenses y de otros lugares del estado de Tlaxcala, por lo que agradeció el espacio de Casa Tlaxcala para la presentación de esta obra para que así llegue a más gente y lo lean.

Enrique Arellano Bravo, otro de los compiladores habló sobre el reloj de la Basílica de nuestra Señora de la Misericordia, el cual fue gestionado por el padre que cariñosamente es conocido como marcialito en 1957 y quien le dio mantenimiento al reloj era don José Vargas, “este reloj tocaba a cada hora Sangre Compasiva y Bendícenos tierna madre. En el 2022 se descompuso, ya que tocaba una hora antes o una hora después y esto nos descontrolaba a los apizaquenses, entonces se cambió por un reloj digital, de los más modernos que ahora tienen las empresas de relojes y ahora el reloj no se atrasa ni se adelanta poco se le da mantenimiento y toca las melodías según el tiempo y la temporada”. Y así entre recuerdos, historias y anécdotas se presentó el libro “Apizaco, memorias de una ciudad centenaria”.

Entre quienes compartieron sus historias y asistieron a esta presentación, fueron: Ricardo Jesús Mendoza Santos, Pablo Vázquez Vázquez, Rosa Isela Fermín, Eilleen González, Javier Dorantes, Sergio Bautista, Rafael García, Enrique Arellano, Angélica Vargas, Irma Romero, Teresa Meneses, Francisco Huerta, Jorge Martínez, Jorge Vargas, Alfonzo Ethos, Doris González, Magdalena Romero, Alicia González, Guadalupe Hernández, Olimpia Guevara, Benjamín Montiel, Germán Cisneros, Ana Edith Sánchez, Amaury Quintero y Carlos Segura, entre otros más.

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