EN SU 481 ANIVERSARIO
POR. MA. ISABEL GÓMEZ
La veneración a la Virgen de Ocotlán, va más allá de la fe y religiosidad impuesta por los españoles durante la conquista, considerada la máxima deidad que reúne año con año a cientos de peregrinos y visitantes tanto locales como foráneos en su Santuario edificado en lo alto del cerro de San Lorenzo, en Ocotlán Tlaxcala. Justo en su aniversario 481 de su primera aparición, un 27 de febrero de 1541, surge la inquietud de reunir a diversos especialistas laicos, historiadores, cronistas y personas interesadas para exponer sus diferentes posturas respecto a las apariciones de la Virgen de Ocotlán, simposio organizado por la Sociedad de Caballeros de la Virgen de Ocotlán de Chiautempan, la Sociedad de Geografía, Historia, Estadística y Literatura de Tlaxcala, A.C. y el Colegio Militarizado Legión de Honor de Tlaxcala.
Sociedad de Caballeros de la Virgen de Ocotlán.
De acuerdo con Martín Lima Morales, integrante la Sociedad de Caballeros, explicó que hace 41 años deciden separarse algunos integrantes de esta agrupación que reúne a personas de diferentes localidades y conforman la Sociedad de Santa Ana Chiautempan, desde entonces comienzan con una actividad que es tradición, donde una imagen de la Virgen de Ocotlán visita el domicilio de cada uno de los socios y está una semana en su casa.
“Así esta imagen va pasando de casa en casa, no tiene un lugar fijo, no tiene un templo, ni una capilla, su estancia va siendo cada una de las casas de los socios de la Sociedad de Caballeros de la Virgen de Ocotlán de Chiautempan, entonces practicamos la devoción y la oración a nuestra señora de Ocotlán, con celebraciones eucarísticas donde se realiza la unción de los enfermos y personas adultas mayores, así demostramos nuestra fe y veneración a la santa imagen”.
Un evento para celebrar su 481 aniversario.
El presidente de la Sociedad de Geografía, Historia, Estadística y Literatura del estado de Tlaxcala A. C. José Cruz Omar Zacatelco Sánchez, señaló que dentro de las actividades que realizan no solo se centra en la difusión de la cultura, como son la historia, estadística y literatura, sino de aspectos que permiten la relación con creencias y con la fe, por lo que en coordinación con la Sociedad de Caballeros de la Virgen de Ocotlán y del Colegio Militarizado Legión de Honor, se realiza este encuentro con especialistas laicos para que presenten sus investigaciones sobre las Apariciones de la Virgen de Ocotlán en 1541.
Es así como el domingo 27 de febrero del 2022, en el auditorio Crisanto Cuéllar Abaroa de la SGHEL, se realizó este primer simposio “Apariciones de la Virgen de Ocotlán en 1541”, donde Jesús Cortés Ilhuilcatzi, cronista de Chiautempan, Luis Manuel Vázquez Morales, integrante de la SGHEL, Fabián Zamora Rosas, Martín Lima Morales entre otros, expusieron desde sus diferentes puntos sobre el tema.
Apariciones de la Virgen María en Tlaxcala.
Al existir pocas referencias bibliográficas sobre el tema y con el objetivo es integrar las diferentes investigaciones que existen en un compendio para dar a conocer el origen de la Virgen de Ocotlán, se presentan cada uno de los especialistas, donde coinciden que fue un 27 de febrero de 1541, cuando al indígena Juan Diego Bernardino, natural de Santa Isabel Xiloloxtla, topil del convento franciscano de Tlaxcala, iba de camino a visitar a enfermos, debido a una fuerte pestilencia que azolaba la región, cuando, en un paraje boscoso, vio arder un pino y presenció la aparición de la Virgen María, la cual le indicó la localización de un manantial cuyas aguas sanarían a los enfermos y librarían del mal a los sanos y le pidió que informara a los franciscanos de su aparición y de su decisión de quedarse junto a sus hijos tlaxcaltecas en un santuario cercano.
Juan Diego Bernardino cumplió las órdenes de la Virgen y llevó a los franciscanos hasta ese paraje, donde encontraron el pino ardiendo, el cual, luego de ser partido por la mitad, reveló una imagen de bulto de la Madre de Dios, misma que fue llevada a la ermita cerca de San Lorenzo, donde comenzó a ser venerada.
El culto a la Virgen de Ocotlán concentró y se volvió, con el tiempo, en uno de los símbolos más visibles de la identidad tlaxcalteca y de la predilección de Dios y su Madre hacia esta comunidad, diversa y autónoma en muchos aspectos, pues permitía mostrar que, así como los mexicas habían sido beneficiados con la aparición de la Virgen María de Guadalupe, los tlaxcaltecas también habían sido visitados por la Madre de Dios, para fortalecer y encauzar su proceso de conversión y guiarlos hacia la Gloria que les aguardaba por haber sido los primeros en acoger el cristianismo y en colaborar en su propagación por la Nueva España.
Martín Lima Morales, integrante de la Sociedad de Caballeros de la Virgen de Ocotlán, refiere que Tlaxcala es una entidad privilegiada por haber sido elegida por la Virgen María para aparecerse y quedarse aquí, a 10 años de que apareciera la Virgen de Guadalupe en el Cerro del Tepeyac, y 90 años después la aparición del Arcángel San Miguel en el cerro de Tzopiloat, municipio de Nativitas.
Coincidencias
De acuerdo a una imagen aérea que muestra los lugares de las apariciones de la Virgen, se encuentra que la Virgen de Guadalupe se aparece al indígena Juan Diego (coincidencia en el nombre), los días sábado 9, domingo 10, lunes 11 y martes 12 de diciembre del año 1531, en el cerro del Tepeyac y le mandó que le dijese al obispo de México, fray Juan de Zumárraga, que le erigiera un templo. El obispo le pidió a Juan Diego que le llevara una prueba. La Virgen, en una segunda aparición, le ordenó que cortara flores del lugar y las llevara el prelado, ambos se admiraron de que, al abrir la capa en las que la llevaba envueltas, milagrosamente apareciese una imagen que desde entonces se venera con el nombre de Nuestra Señora de Guadalupe.
La Virgen de Ocotlán se le apareció al indígena Juan Diego Bernardino un atardecer próximo a la primavera (27 de febrero de 1541), esa fue la primera aparición, donde le indicó donde encontrar un manantial con agua que sanaría a los enfermos, la segunda aparición fue el 12 de mayo, donde encontraron la imagen con toda su perfección en medio de un tronco de árbol de ocote ardiendo. 10 años después de la aparición de la virgen de Guadalupe, y le encargó que le erigieran un templo en su honor en la cumbre del cerro de San Lorenzo, en Ocotlán, cerca del pozo de agua santa, las dos imágenes se aparecieron en la parte alta.
El Arcángel San Miguel se apareció al indígena Diego Lázaro los días viernes 25 de abril, jueves 8 de mayo, y el jueves 10 de noviembre de 1631, es decir 90 años después de la Virgen de Ocotlán y pide que le edifiquen un templo cerca de una barranca donde haría brotar un manantial de agua milagrosa para curar las enfermedades.
Resulta, que las tres imágenes aparecieron en lo alto rodeados por los volcanes, el Iztaccíhuatl, la mujer dormida, el Popocatépetl, la Malintzi, y el Pico de Orizaba, el Citlaltélpec, algo tiene que ver esto, concluyó Martín Lima.
Veneración, más allá de la fe.
La primera aparición de la Virgen de Ocotlán fue un 27 de febrero de 1541, lo que no está en duda, en suelo tlaxcalteca hace que sea un lugar privilegiado, por lo que su veneración a 481 años de su aparición ha ido en aumento cada día, donde cientos de peregrinos acuden durante todo el año a visitarla en la Basílica edificada en su honor, ya que inicialmente fue colocada en la Capilla de San Lorenzo. Los cimientos de la actual basílica se pusieron el 13 de enero de 1687, desde ahí la madre de Jesús sigue recibiendo a sus hijos para adentrarlos en el corazón de su hijo y de su iglesia.
La Basílica. Es uno de los templos-santuarios católicos, más importante del estado de Tlaxcala, y está conformado por un grupo de construcciones que fueron edificados en diferentes etapas históricas. El monumento de mayor interés es el santuario mismo y aunque su planta arquitectónica no es precisamente basilical, así se le conoce por su importancia devocional, la que a ella acuden multitud de peregrinaciones que van a rendir culto a la virgen María en su advocación de nuestra señora de Ocotlán.
El manantial se encuentra a 400 metros del Santuario de Ocotlán, que a su vez se encuentra a unos pasos de la Capilla del Pocito, construida en febrero de 1541 en un manantial de agua que estaba rodeado de árboles de ocote.
Mayo, considerado como el mes de María, es cuando se conmemora a la Virgen de Ocotlán, aunque en los últimos dos años se han cancelado las procesiones debido a la Pandemia por el Coronavirus, pese a ello, se siguen realizando actividades religiosas en la Basílica, donde los creyentes piden por la salud de sus enfermos y de todos aquellos que acuden a ella en busca de un favor o milagro.