DEL LIBRO PARA LA VIDA
“Saludar es de Grandes”
Te escribo a ti.
Eres tú el elegido.
Tienes nombre, pero prefiero llamarte:
“Mi querido Alumno”.
«Mi pequeño Niño».
«Mi amado Hijo».
Te invito a recordar la importancia de un saludo.
Es necesario saludar, si encuentras a alguien en tu camino.
Si llegas a un lugar y saludas, serás bienvenido.
«Buenos días».
«Buenas tardes».
«Buenas noches».
«Hola».
«Que tal»
Puedes expresarte con alegría o con serenidad.
Nunca saludes demostrando falsedad. Ese mal recuerdo quedará en la eternidad.
Recuerda, si te saludan primero, agradece el detalle o simplemente regresa el saludo.
Si llegó la hora de retirarte, debes despedirte para cerrar ese ciclo.
Un “simple” adiós encierra mucho. Sé cortés y humilde a la vez.
“Hasta pronto”.
“Me retiro, con permiso”.
“Gracias por todo”.
“Nos vemos pronto”.
Que no se pierda el gesto de dar un saludo o agradecerlo.
Despedirte no te quita nada, al contrario, ganas mucho.
«Lo cortés no quita lo valiente», es un refrán que debes aplicar al convivir en sociedad.