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POSADAS

La identidad de ser Tlaxcalteca se caracteriza por un sin fin de momentos que unen tradición, historia y cultura, pero que, en un momento especial de todo el año, reúne la alegría y elementos de una fecha que representan no solo a una cultura, sino a todo un mundo lleno de identidad.

El mes de diciembre es el momento culminante de muchas cosas, y en Tlaxcala, estos días son momentos de simbolismos religiosos y fiestas que reviven la riqueza cultural que nos identifica. Como es tradición el 16 de diciembre de cada año, se simboliza un acontecimiento donde se representa la solicitud de alojamiento que realizaron San José y la Virgen María en su peregrinar de la ciudad de Nazaret en camino a Belén.

Cada comunidad, colonia o región de nuestro estado utiliza diferentes símbolos dependiendo de la creencia religiosa o bien la tradición viviente que se tiene desde años atrás para representar este acontecimiento.

Al sur del estado de Tlaxcala se localiza la comunidad de Tenanyecac en el municipio de Nativitas, en donde esta celebración inicia desde el 14 de diciembre, si bien es una tradición de este lugar, el inicio de las posadas oficialmente se considera a partir del 16.

Es una tradición que en este lugar se una la convivencia de todo un pueblo, ya que cada calle se organiza y recibe a las imágenes en la fecha que les corresponde para que, a través de una procesión durante la noche, salga una multitud de personas acompañados de figuras que representan a los peregrinos, José y María, los cuales piden posada en la puerta de los vecinos, entonando la letanía:

“En el nombre del cielo, os pido posada, pues no puede andar, mi esposa amada”.

Los cantos y música son los que acompañan la noche y que con la luz de la luna persiguen el peregrinaje que culmina el 23 de diciembre, momento en el que se realiza la última posada.

Los elementos que se utilizan durante esta celebración varían, pero no pueden faltar, las velas, flores, luces, la música de viento que entona canciones alusivas a la fecha y un momento culminante cuando se llega a la última morada donde se alojara durante una noche, las imágenes que se vienen acompañando en esta procesión y en donde los niños, jóvenes y adultos se unen para “recibir a la posada” y festejar que se les abrió las puertas y les brindó alojamiento.

No pueden faltar los niños caracterizados como maría y José que acompañan a las imágenes y detrás una multitud de gente que canta acompaña de la familia con la luz de una vela que ilumina el camino.

La comunidad se organiza y una vez terminando los cantos y alabanzas, se reúne un momento de olores y sabores con el tradicional atole, ponche, frutas, piñatas y juegos pirotécnicos que adornan las noches de diciembre para culminar este momento.

Si bien la forma de celebrar las posadas ha ido cambiando con el tiempo y se le han agregado elementos propios de cada lugar, nunca se olvida la intención y el momento que representa para las personas que forman parte, el mes de diciembre reúne muchos elementos y este es uno de ellos. Tlaxcala se caracteriza por mostrar en cada celebración un pedazo de lo que con los años se sigue manteniendo vivo y seguirá por mucho tiempo.

No olvidemos que el pueblo tlaxcalteca conserva todos los días sus tradiciones y en especial en estas fechas en donde se une el color, la alegría y el momento de una fecha tan única como lo es la navidad.

Las posadas, un símbolo que caracteriza a un pueblo y refleja un poco de la gran riqueza cultural que nos representa.

#SomosTlaxcaltecas

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