Te cuento una historia.
Xochitiotzin: el que lleva flores a dios*
Un vaho invisible -neblina intranquila- lentamente recorre una a una las habitaciones de aquella casa, la cual recuerda más a un espontáneo museo viviente. Sus residentes [la familia] respiran y se contagian de zozobra. Hace tiempo “el pilar del hogar” se halla enfermo; un largo padecimiento con visitas e instancias constantes al hospital, difusas jornadas, a veces con resignación, otras con la esperanza de recuperación.
Esta noche es distinta, la piel puede percibir la calma ansiosa previa de un huracán, ese fenómeno que todo lo destruye con sus fuertes vientos pero que nutre la tierra con exagerada precipitación de agua purificadora. Son las dos de la mañana, a él le cuesta respirar, algo tan espontáneo ahora es como aventurarse en un maratón en la cima del Everest. Todas las luces de aquel hogar están encendidas, quizá en un intento de atraer la calma. Pareciera que mueven cosas, jalan muebles, sonido que refleja inquietud. Han decidido en urgencia llamar a la ambulancia y transportar al padre al hospital; un pecho convulsionado. Esta noche con su madrugada seca y fría, es distinta. Probablemente él lo sabe. Ha cumplido sus sueños, el cuerpo ha envejecido, casi lo ha visto todo, algunos planes han quedado en espera, pero de estos no depende nada, una enorme familia: hijos, nietos y bisnietos. Su obra, millones de pinceladas, han recorrido lugares insospechados para él; y claro, contar la historia de este magnífico pueblo, cultura muchas veces incomprendida para beneplácito del discurso identitario nacional.
La ambulancia ha salido en dirección al hospital; le acompañan uno de sus hijos y el paramédico. La ciudad está quieta, calles vacías, sus vivientes duermen y sueñan. En este último viaje no habrá regreso para él, su vida plena será recordada, es el momento de llevar las flores a dios.
Colección (editorial) Biografía Desiderio Hernández Xochitiotzin.
Lo anterior refiere a la recreación de aquella madrugada del 14 de septiembre de 2007. El Mtro. Desiderio Hernández Xochitiotzin falleció en esta fecha mencionada, a las 2:35 a.m., mientras era trasladado en ambulancia al hospital.
Siguiendo los pasos del escritor y gran biógrafo de principios del siglo XX, Emil Ludwig, la Fundación DHX, desde 2018, ha estructurado su colección editorial “Biografía DHX”, cuyo objetivo es compartir y dar a conocer la vida de este artista plástico tlaxcalteca, teniendo como meta principal las nuevas generaciones y/o así a un lector investigador que indaga para saciar su curiosidad. Si bien es importante llenar los textos/libros de fechas y líneas cronológicas, esta serie de títulos describen al artista en sus diversas aristas a la manera de un objeto tridimensional, separándose así de esa construcción histórica cuyas características parcas alejan al lector de un posible encuentro con un personaje que puede hablarle a su interior; el dialogo ya será en un encuentro muy personal.
Citando al escritor y ensayista español, Benjamín Jarnés, a propósito de la arquitectura de biografías, nos dice: “no basta con conocer la historia de un héroe; hay que interpretarla y situarla en su circunstancia, pues la biografía no es un recordatorio de fechas y sucesos, ni siquiera un catálogo de hazañas”. Teniendo aún las fuentes vivas, cercanas, transmitidas a una inmediata generación, esta colección comparte la información de acontecimientos clave dotándolos de contexto, permitiendo al mismo tiempo mostrar al lector/investigador, las respuestas posibles que tuvo en su desarrollo Xochitiotzin; comprender sus búsquedas y necesidades, sus temores y osadías, su empeño por contar la historia a través de la pintura en el gran formato mural.
Él a su vez, fue un investigador nato, un etnógrafo sin saberlo, pues a diferencia de la rigidez académica necesaria de la historia como disciplina, la etnografía le permitirá expresar y transmitir el sentir, el ánima. Sumergido en las fuentes; Cortés, del Castillo, Motolinia, Zapata y Mendoza, Camargo, entre muchos otros, Desiderio fue recreando la historia a partir de los distintos encuentros con sus personajes, quienes también, expresan un sentir y pensar individual, pero al mismo tiempo colectivo embarrado muchas veces de intereses y compromisos.
Regresando al tema de la Biografía DHX, esta colección se encuentra estructurada de tal forma que los lectores transiten por las diversas evoluciones que enmarcan al artista; detonantes con brillo, pero también con claroscuros. Este dialogo insistente con los lectores, también nos permite desarmar aquellas leyendas urbanas que, a manera simplista en algunos casos, descontextualizan el sentir y el pensar del personaje, cargándolo sólo del binario prejuicio de “lo bueno” o “lo malo”. Las fuentes para construir su biografía, afortunadamente aún son cercanas, frescas, otorgando veracidad.
Hasta el momento, han sido publicados los tomos 1 y 2; el primero correspondiente al periodo de 1922 a 1953, y el segundo de 1953 a 1968. En este momento ya se cocina el número 3, comprendiendo un ciclo de nueve años y cuya razón reducida en tiempo, se fija en el grosor desbordante de acontecimientos.
Si bien esta colección editorial ha sido el empeño arduo de la Fundación DHX por concretizar este proyecto detonante de muchos otros, este encuentro también es producto del apoyo compartido por las instituciones culturales, del Estado de Tlaxcala, así como la federal.
La historia en general es una fuente inagotable de diálogos, y para sumergirnos en ella, con la necesidad primigenia por comprenderla, es necesario moldear nuestras conclusiones abasteciéndonos de las diversas perspectivas sobre aquello aparentemente intangible; regreso a la idea del objeto tridimensional, es quizá lo atractivo de la propuesta de Emil Ludwig para construir biografías; un abastecer al lector/investigador desde la literatura, desde la historia, desde la sociología, desde la psicología, etc. Más que un concepto multidisciplinario, una visión atravesada por la interseccionalidad. Cuán poderosa es la diversidad para entendernos a nosotros mismos y semejantes.
*Mitlzin Sarmiento Xochitiotzin. Abril, 2020. (En Cuarentena)