OASIS (2019).
¿Has pensado cuánto debemos escribir sobre alguien para dejar de amarle?
La pregunta es curiosa. Tanto como su repuesta, porque si no te diste cuenta, sigo escribiéndote de manera constante. Entonces tengo dos opciones: la primera es que sigues tintando mis escritos, la segunda es que realmente no soy bueno en esto de enamorarme. Siempre termino hecho pedazos por todas las cosas que he visto y me prometo que no voy a enamorarme esta vez. Pero todo termina de la misma forma que la anterior, escribo sobre las nuevas heridas, sobre las nuevas abrumantes emociones y el cómo confié ciegamente.
Quizá debería aprender el lenguaje de señas, a leer braille o aprender ruso e irme a perder por sus países fríos. Aunque no estoy seguro de cuanto me gusta el clima frío, digo si nos ponemos a reflexionar sobre ello, somos personas cálidas en pueblos grises y gélidos, nos limitamos lo que sentimos por lo vivido en el pasado. Y eventualmente nos abrimos a una persona, le entregamos la llave del baúl donde guardamos nuestros sueños rotos.
Le dejamos entrar e instalarse cómodamente, con la esperanza de que no esté usándonos o que tenga la cortesía de decirlo. Entonces puedes leer a una persona a través de sus expresiones, de sus acciones o de sus escritos, de sus libros favoritos. Me pregunto en este momento, de madrugada y escribiendo con insomnio como en los viejos tiempos. ¿Te habré conocido lo suficiente? Quizá ahora te desconozco, o tu a mí. Tan diferentes como Megan Maxwell y Carlos Sisi.
Tendría todo el sentido del mundo, han pasado ya quizá poco más de cuatro años. En los cuales los excesos y antidepresivos fueron una montaña rusa, que terminaban en terapia y sesiones de lectura o escritura. Justo como ésta, por la madrugada antes de ir a la universidad y notar un cambio agradable en mi vida. Tantas veces he perdido la parte buena de mis días y reparado lo roto en otras personas, que no me sorprende verle en este momento como un oasis en el desierto. Y dejarle entrar en mi Atlántida, a manera de recitales nocturnos.
*Zoé Z. Márquez Martínez. Estudiante de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación, escritor nato y amante de las letras.