“AUNQUE YO TENGO OTROS DATOS”.

POR: J. MANUEL HERNÁNDEZ R.

No es para nadie casualidad que vivimos tiempos en que la educación familiar se ha convertido en un tema central de análisis y de crítica, en México desde hace más de 30 años la SEP, a través de sus maestros dejó de educar y ahora solo se enseña en las escuelas; y en la casa le hemos dejado esa tarea de educar a los hermanos mayores, a la televisión y al internet.

En esta ocasión y en este medio informativo coincidimos curiosamente con el fenómeno de la penetración, en el campo de la educación, de estos modelos que prometen cambios importantes en las conductas de los educandos y que ahora se supone lo ha dado en llamar “filantropía corporativa” como si esta nueva reforma educativa hubiese sido aprobada por diputados y senadores eruditos de las ciencias de la educación.

Todos lo que hemos leído la nueva reforma educativa de este país y la que se desechó hemos coincidido que se ve a la educación de este país como una empresa financiera para dedicarse a “la mejora de las condiciones de vida de las personas, especialmente de las más desfavorecidas (los pobres), a través y principalmente de la educación, educación en salud y formación financiera”; quizás por favorecer al movimiento que encabeza nuestro actual presidente de México, que al final representan votos la SNTE y el CNTE.

Podríamos pensar que esta nueva reforma educativa, solo es una estrategia común que responde a un cierto “lavado de cara” del actual gobierno, ante un discurso alternativo que ha ido ampliando su espacio y puesto de relieve los excesos de los dos grandes sindicatos ya citados con anterioridad en este desmesurado y fingido interés por la educación de los niños mexicanos.

A través de este medio, consideramos primordial tres temas coincidentes en las dos iniciativas “filantrópicas” en las que el gobierno Federal insiste hasta la saciedad a la Secretaria de Educación Pública, y que son las siguientes:

a). “Queremos vivir en un mundo en el que cada niño, niña y joven tenga oportunidades para convertirse en un “agente de cambio” tiene como objetivo “hacer crecer las acciones de cambio educativo”. Y esa insistencia en el cambio es común y se limita a ser un lugar común que proclama la necesidad de un cambio sin indicar ni por qué, ni hacia dónde. La necesidad de una revolución en el ámbito de la educación se da por sentado centrándose más en definir los agentes del cambio que los horizontes del mismo y esto en términos de cambio favorecería solo a la clase política de este país.

b).Se expone muy vagamente, una estrategia del cambio, y uno de sus objetivos seria la innovación en equipos: trabajar junto a las organizaciones de distintos sectores (público, privado, social) para promover el éxito en un nuevo entorno estratégico, derribando muros y facilitando el trabajo en equipos fluidos y abiertos, toda vez que, según, es necesario abordar de otra forma los problemas del hoy más que nunca, son los problemas de todos y casi nunca están siendo abordados ni por las instituciones ni por los enfoques tradicionales.

De esta manera las instituciones educativas podrían demostrar su eficiencia o su ineficacia que ahora se le llama necesidad de la colaboración de entidades privadas y que sin complejos, afirma: Aspirar a la SEP a ser la organización que moviliza, articula y coordina los recursos y esfuerzos de todos los actores de una comunidad (previamente ha mencionado empresas, entidades sociales e instituciones públicas) en torno a proyectos y programas para resolver los problemas de educación, de los más desfavorecidos en este país.

Ahora la nueva reforma educativa, desea convertirse en una Fundación Caritativa, que aspira a elevarse por encima de instituciones públicas para ayudar a los más desfavorecidos; y donde quiera que miremos existe una expresa llamada a la colaboración entre lo público y lo privado, a las que sitúa al mismo nivel, en el irreemplazable cambio educativo.

Actualmente para nadie es un secreto que las instituciones públicas gozan de un desprestigio educativo, pese a que deberían garantizar derechos básicos son absueltas de incumplir sus obligaciones puesto que de ellas pueden encargarse entidades privadas como administrar aun gobierno voraz e irrelevante.

Esta reforma trata de desdibujar con tanto énfasis la línea que separa lo privado de lo público e insiste en la irrelevancia de la inversión educativa pública en términos de resultados. Mientras, entidades privadas rellenan los espacios de unas instituciones públicas que adelgazan sin parar. Y estas entidades situándose en un espacio celestial imposible, llaman a la cooperación en la consecución de “un bien común” en lugar de reclamar a las instituciones públicas el cumplimiento de sus obligaciones garantizando los derechos consignados en la Carta Magna.

Sin duda hay que abordar la Proclamación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y, por tanto, de la educación como un derecho básico. Nada más lejos de la realidad. No se trata de una involución sino de una verdadera revolución. El abismo hacia el que nos dirigimos es el de la conversión definitiva de una sociedad en el mercado en una sociedad de mercado en que no haya resquicio alguno a nada que no se someta a la lotería de la oferta y la demanda en la que siempre, ganan los políticos y los funcionarios. En una sociedad en que absolutamente todo es susceptible de ser mercancía y solo existe en cuanto mercancía: nuestros cuerpos, nuestros procesos físicos, nuestras relaciones, incluso ese cuerpo global que es nuestro planeta y en una sociedad, en definitiva, incompatible con estos derechos.

c).Para hacer frente a un nuevo orden mundial en el que se involucra a México, necesitamos crear a un nuevo ser humano y la escuela es el lugar ideal para forjarlo; sería un papel predominante de la insistencia y la necesidad de formar profesores en el nuevo rol asignado a los directores, pero que además se defienda la necesidad de forjar líderes, sin dejar de formar y educar a esta sociedad estudiantil que reconozca la capacidad de cada persona para cambiar este planeta. Ahora se buscan escuelas creativas generen personas e individuos que mejoren el mundo.

Nuestros profesores son invitados a lograr una coincidencia en un modelo educativo que destruye los vínculos colectivos, sustituye el diálogo y, por tanto, el pensamiento por la manipulación de un material que se nos da ya hecho, cambia el intercambio de experiencias y opiniones por la clasificación de información y da prioridad a un pretendido auto conocimiento frente a la empatía con otros. El espíritu se extiende a las relaciones humanas y llama a competir por el éxito; una falacia del individuo del nuevo orden mundial, solo, autónomo, independiente, en una lucha perpetúa contra todo límite, rompiendo barreras y moldes.

En realidad, el ser humano independiente con una naturaleza vulnerable, en un mundo sin límites en un ecosistema finito, da muestras ostensibles de agotamiento y hartazgo en una huida imposible hacia adelante que dibuja el perfil a reclamar derechos básicos, convertidos en una quimera, en un país en el que en nada hemos avanzado en educación; y que esto no es causa de MORENA no es el PRI, ni del PAN, sino de nosotros como sociedad, que vivimos así por nuestra deficiente educación…. ¡Hasta la próxima!