LOS RETOS ACTUALES.
Hace unos días veía la serie de televisión Las chicas del cable, como otras que han cambiado sus temáticas, me han recordado el gran esfuerzo que realizaron nuestras ancestras por conseguir las oportunidades de las que algunas mujeres ahora gozamos.
Durante décadas lucharon por ser escuchadas y el reconocimiento de sus derechos. Este movimiento social y político en el que participaron es el feminismo, desde el que contribuyeron para que hoy tengamos la oportunidad de estudiar, de ejercer una profesión, del derecho a votar y ser votadas, de acceder a un puesto de toma de decisiones, entre otras oportunidades, por lo que me satisface saber que su esfuerzo no fue en vano.
Y desde el feminismo, esta filosofía de vida que busca la igualdad de oportunidades para mujeres y hombres, tan criticada y denostada por quienes no conocen y no han leído una sola línea de lo que realmente significa, se continúa impulsando acciones y políticas públicas, para que más mujeres vivamos sin violencia y podamos acceder en igualdad a todos los espacios, sin ser cuestionadas ni discriminadas.
Cada vez más personas vemos las cosas desde otra perspectiva, es decir, dejamos de lado los estereotipos e ideas en las que se encasilla a mujeres y hombres, y propiciamos relaciones igualitarias.
Para esto, es necesario difundir nuestro marco jurídico, las leyes que establecen que los derechos humanos no se negocian, para evitar que se cuestionen, en especial por líderes religiosos y grupos anti derechos con doble moral, que se niegan a reconocer lo establecido en la Constitución y en los tratados internacionales, sin presentar argumentos laicos y científicos.
Quienes somos conscientes del daño que causan las ideas retrógradas y sin fundamento, estaremos atentas para exigirles a quienes ocuparán las senadurías, diputaciones y un cargo en la administración estatal, que deben conocer y aplicar las leyes, porque los derechos humanos no se consultan y se otorgan sin distinción.
El próximo funcionariado estatal tiene un gran reto, por lo que deben informarse y prepararse, si es que quieren contribuir con la historia. Porque somos más conscientes que las familias son diversas, que las preferencias sexuales y el decidir sobre nuestro cuerpo es personal, que el vivir sin violencia es un derecho y que las mujeres podemos desarrollarnos en cualquier ámbito, sólo así lograremos una sociedad más justa e igualitaria.