Perspectiva

VIVIR SIN MIEDO.

No hay día en que no nos enteremos de un hecho violento contra alguna mujer o niña, en el estado de Veracruz y en el mundo. Los feminicidios, las desapariciones, la violencia sexual se han convertido, desafortunadamente, en hechos cotidianos.

A lo largo de estas semanas conocimos a través de los medios de comunicación y portales informativos, del caso en Minatitlán donde un sujeto golpeó a su pareja que se encontraba en estado de gestación; supimos de la violencia sexual contra una joven en el puerto de Veracruz; de dos mujeres asesinadas en Poza Rica; otra más en Sayula de Alemán, entre otros lamentables hechos.

También conocimos el caso de la reportera Fernanda Mora que fue acosada mientras transmitía el reporte en una celebración deportiva; ella se defendió de la agresión y aún así fue objeto de descalificaciones en las redes sociales. Por si esto fuera poco, se registraron casos de jóvenes desaparecidas, de las que no se  sabe nada.

Y lo triste es que se intenta justificar estos últimos hechos, diciendo que se fueron con el novio o que andaban en “malos pasos”. Y aunque así lo fuera, la obligación de las autoridades es realizar las investigaciones correspondientes, no criminalizarlas.

De acuerdo a los datos del Observatorio Universitario de Violencias contra las Mujeres de la Universidad Veracruzana, hasta el 30 de marzo de este año, había 70 mujeres desaparecidas.

No es que quiera hacer el recuento porque me agrade, es necesario visibilizar la situación de violencia que se está registrando en el estado. Porque vivimos con miedo, de que algo nos pase, de saber que puede alcanzar a alguien cercana a nosotras.

He leído diversos artículos donde algunos hombres justifican la violencia contra las mujeres, lo que me parece deplorable. ¿Eso les están enseñando a los jóvenes?, ¿Qué pueden violar, golpear y asesinar sin consecuencias? Las mujeres no somos objetos, tenemos derecho a vivir sin violencia.

Sí, hemos tenido avances, hay leyes que nos protegen, el tema es que la aplicación de la justicia sigue siendo un gran pendiente.

En diversas ocasiones nos hemos manifestado en contra de este tipo de situaciones y del poco interés que ponen las autoridades en los temas que aquejan a más del 50 por ciento de la población, de la apatía que vemos por resolver los hechos violentos.

Las autoridades están más interesadas en conseguir votos en esta contienda electoral, que en ofrecer garantías a las mujeres. SI fueran inteligentes se darían cuenta que si se pronunciaran en la creación de políticas públicas y acciones que garanticen nuestros derechos, ganarían los votos que les hacen falta para sacar adelante a sus candidatos/as.

Sí, un amplio sector de la población se deja convencer con despensas u otro tipo de apoyo; pero cada vez somos más las personas que analizamos a quiénes les daremos el voto el próximo 1 de julio. No, no vamos a perder la oportunidad de reflexionar al respecto, por las mujeres que ya no están, porque queremos vivir y caminar sin miedo. Nos lo merecemos.

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